Noche de Ferragosto

Me miraba desnuda la noche
con esos ojos
con los que nunca me ha mirado la mañana.

Me miraba,
tan oscura y tan serena,
abrazando mi silencio
tan callado como ella
_ cómo sirven las palabras
cuando no han de ser nombradas_

Me miraba
y se hizo algarabía,
tan oscura ,tan serena como estaba,
tan de pronto en explosiones sonreía,
y me hice yo la noche,
y ella se hizo la mañana
_ con su pléyade de soles espontáneos
que se marchan, que se apagan._

Me miraba iluminada,
como nadie me ha mirado, me miraba
con las briznas de la vida rezumando
por los poros donde el universo escapa,
así ella me miraba,
lacerando la retina de recuerdos
como pasos de baile deslizados
al son de un rumor que era cercano
_el mar anticipaba su alabanza_

Me miraba
y la mar se llenaba de deseos
relucientes de colores sobre el agua;
poco a poco se abrigaban, lentamente,
con la capa del tiempo y el olvido
_ así sea que el sueño de tantos
se impregne en el viento eternamente,
como olor de azalea,
y el aire huela a mil sueños
en cada noche de estrellas_

Y ya no quiso danzarme
por más que el mar la alabara:
me miraba desnuda la noche
con esos ojos
con los que nunca me ha mirado la mañana

Hogar de otro tiempo

Hogar, hogar de otro tiempo,
vengo a precintar tus días,
y así mañana recuerde
--por las cosas del olvido--
que nunca de ti he marchado,
que yo no me había ido.

Hogar antaño creciente
cual nido de primaveras,
¡cuántas tardes sonoras
las carcajadas asomaban
por la puerta siempre abierta!
y aún la entrópica amistad
deja su eco con un coro
variopinto, resonando
en la esquina del silencio,
donde hace un remolino
el almanaque de los años
de color en blanco y negro.

Hogar, hogar en la ribera,
iluminado templo, beso
de candiles, ya uno perdimos
hace tiempo, mas el otro
desnudaba toda sombra,
hasta aquellas que dejamos
al marchar. ¡Dulce candil,
fue tu hora hace un momento!
te cansaste de alumbrar
tanto silencio, y en silencio
estelas fuiste dejando,
estelas a otros hogares
con una llama imborrable.

Hogar, hogar primero,
endogénesis y ocaso,
¡tantas veces fuiste cuna
de rosales!, tantas veces
explosión en intramuros
de un frondoso colorido,
despliegue incontenible
de pétalos dispares,
y también algún llanto
de ciprés encorvado
por hojas tejidas de vacío.

Hogar, hogar de siempre,
perdóname si renuncio
a tu olvido , si no quiero
tu adiós, ¡ no lo quiero!

Era mi cuna y mi cómplice,
mis murallas y mi patio
-- así precinto sus días,
así quiero recordarlo--

Hasta siempre Maestro

El paso de los días (el vals de los sueños)

Juntura de días
que se hacen uno
y se hacen nada;
eternos segundos
consecutivos
que retroceden
a la cortada.

Andar quebradizo
y circular,
desde un mismo sitio
a un mismo lugar,
leyendo un guión
de medianía

…tan letal
como el veneno
de un escorpión…

…No.

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Lo que quiero es un vals.

Yo quiero un vals
que suene…despacio
que retumbe en los muros
que quieren…ahogarlo,
y que suenen violines
en vez de….cañones
y que bailen las musas
y que se abran balcones.

Yo quiero bailar
sin relojes…despiertos
y quiero admirar
los espacios…abiertos
y que suenen trombones
en vez de…cañones
y que baile mi dama
al compás de mis sones.

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…Piernas que transitan
losas de pesadumbre
entre flores
que marchitan,
no nacieron
para arrastrarse
ni perseguir
a las sombras
que en mí habitan.

Estas piernas
tercas y recias
buscarán el frescor
y obviarán las cavernas,
atrapando los sueños

cuando acuerden
rendirse,
cuando pidan
silencio.

…Silencio.

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Que suene este vals
de mil…armonías
y que bailen las gentes,
adiós…agonías,
que la terna no cese,
aunque al alma le pese,
y que el tiempo se esconda
y que ya… no regrese.

Que siga sonando
y resuenen…sus ecos
y así una y mil veces,
sobre los… sueños secos
para que se despierten
y traigan…canciones
y que baile mi dama
al compás…
…de sus sones.

My Inmortal

La Eterna Primavera

Como el torrente que horada
la piedra ancestral
así vendrá la primavera
a derretir el hielo olvidado
en la amnesia del invierno,
dibujando campos en verde
con motas de roja pasión.

Como una lluvia tropìcal
colmada de lirios y nardos,
así caerá la primavera
sobre el ayer de soledad
para enterrarlo vivo
hasta que llegue otro invierno
(si ha de llegar),
y en la lluvia te harás paisaje
de un vergel de sentimientos.

Como el agua mansa
que se agita en la cascada
así será la primavera,
el vendaval que rellena la ausencia
donde llora el rocío,
el húmedo escalofrío
que rompe sobre los cuerpos
estremecidos.

Como el río que brama
suplicante tu nombre
así se anunciará la primavera,
arrastrando la arena que dejan
los corazones de piedra,
para después, susurrante,
lamer sus llagas muertas,
y la vida será vida…

..y seremos el valle
y la luz que lo riega,
y seremos dos alas
que sin rumbo revuelan,
y seremos montañas
donde pasta el deseo,
…y seremos el beso
prolongado de un sueño.

Cuando en la noche te pienso

Hoy se me acumulan las vivencias,
cuatro notas me han dejado el alma atravesada,
y aquí estoy,
pensando en mi nube
sobre el vientre del mundo.

Quedan noches de amor por venir,
tantas noches de vida vacía
que se llenarán de ti,
la mujer real que campa en mis sueños
donde susurro palabras
que no te cuento.

Ahora duermes,
tus ojos de vida se guardan de mí,
y mis ojos de soledad se abren
para aspirar el último haz de claridad
inexistente, todo es oscuro
mientras duermes.

Mañana despertarás
y sentirás los ecos de la bruma
de mi pensamiento perdido
entre tus cabellos revueltos,
y la luz que desprendes
restañará mis heridas de la noche,
y volveré a revivir
cada roce de tu piel,
cálido y suave,
extrañado quizás por el hecho de saber
que las diosas son de piedra
y habitan en los museos,
y ya ves, tú a mi lado,
…y eres de carne y hueso.